Profecía autocumplida
O claridad dolorosa
Un poco reflejo
Un poco musa
Algunas certezas crueles nos hermanan
Nadie pagó esa traición
Condenada al silencio
Donde convergen
Pesadilla y venganza
¿Cómo?
¿Cada cuánto?
¿Qué título ostenta?
Entre tantas sonrisas falsas que nos dedicamos
Hubiese sido tan fácil
Como los panfletos que se dan en las calles
Como una moneda a un mendigo
Realmente hubiese bastado
Ahora esas palabras te pertenecen
Yo instántanea descolorida
Yo sala de espera
Yo hormiguita espectadora
Todas mis heridas están cosidas por un hilo sucio
Que disfruto arrancar
Para abrazar el dolor todo el tiempo que pueda
Son los dientes de las miradas transparentes
Las fauces insondables de los rostros ajenos
Y el reservorio que todo el odio contiene
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