Sólo por miedo.
Vuelve a ser la de antes, la de siempre.
El reflejo la justifica, vanidosa actriz de burlesque.
Y quizá se reconoce menos en esos mohínes de cotillón que en esta marioneta que se retuerce en el piso del baño.
Se disfraza de una convulsión que quiebra el aire o vomita su derrota.
Ya no sé quién escribe. No sé a quién describe.
Llora
voz alquilada
voluntad ajena
Se balancea en la falsa división del mundo
carne prestada
Las baldosas nunca fueron tan frías.
Grita hasta desgarrarse la garganta
se acurruca en posición fetal
se ríe
se defiende
Hay cierta gracia en mis preguntas
¿En serio? ¿Esto es todo?
¿Así va a ser?
¿Acaso no te asusta?
Nos descomponemos mientras caminamos.
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